“Si una mujer es capaz de tocar un instrumento mejor que un hombre, nosotros queremos a esa mujer en nuestra orquesta” comentó Iturbi en una ocasión.
Quizás cuando lo dijo, tenía en mente a su hermana Amparo.
Amparo era la pequeña, la última de los hermanos Iturbi. Nacida en marzo de 1898 en Valencia, España, al contrario que José, ella no tuvo la suerte de éste con las becas de estudio, pero compartió su talento, destreza y pasión por la música. Asimismo tuvo dos buenos mentores en la maestra María Jordán y en el profesor Eduardo López- Chavarri Marco, quienes también habían defendido anteriormente a su hermano. En una entrevista de 1937, Amparo describió su propia educación musical como “un poco primitiva.”
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No obstante, se ha comentado que su debut en Barcelona, en 1914 fue sorprendente: el compositor Granados, que asistía entre en el público, manifestó que era su mejor intérprete.
Querida Amparo,
en muchas ocasiones, mi padre me dijo que Ud. era la única interprete de su música y la única que poseía su verdadera tradición... Yo recuerdo que él tocó para Ud. dos de sus danzas y la integral de las Goyescas, aún por publicar, pidiéndole su opinión... No sólo fue Ud. su amiga y la de todos nosotros sino que siempre la consideramos como una mas de la familia. Gracias otra vez. Con un fraternal abrazo
Víctor Granados
A mediados de los años 20, Amparo viajó a París para reunirse con su hermano consiguiendo un sólido éxito, tanto en dúo con José como en sus recitales europeos. En esa misma ciudad se casó con Enrique Ballester en 1930 pero ni su matrimonio ni el nacimiento de su hija, un año más tarde, la disuadieron de seguir con su carrera.
En 1937, con la II Guerra Mundial en el horizonte y España enzarzada de lleno en una amarga guerra civil, Amparo, junto a su hija y su madre, zarparon hacia Nueva York. En menos de dos meses, debutó en Detroit y en la radio, recibiendo elogios de la prensa por “su efusiva vitalidad.”
En julio de 1937 hizo su debut en Nueva York, acompañada de su hermano con la Orquesta de Filadelfia en el Estadio Lewisohn donde interpretaron el Concierto para dos pianos y orquesta en Mi b mayor igualando las críticas más brillantes.“Doce mil personas jalean a los dos Iturbi”, publicó el New York Times.
Por toda América, Amparo obtuvo críticas deslumbrantes. En el diario Tribune de Chicago se publicaba: “Ella transforma una frase de una forma preciosa."
"Es una inspiración para futuros profesionales", publicaron en el diario Post-Crescent de Appleton, Ohio. "Llegará lejos.”
¡Y vaya que lo hizo! Amparo consiguió, por derecho propio, un gran éxito en los Estados Unidos y Canadá así como en las giras por América Central y del Sur. También recorrió los EUA tanto sola como con José. Durante la II Guerra Mundial tuvo un papel activo animando a las tropas y recaudando dinero para la USO. Sus giras desde Alaska hasta el Norte de África habrían agotado a cualquier persona normal. Ella nunca recibía a la prensa. Lo hacía siempre José pero su agenda estaba tan cargada como la de él. Pero, de alguna manera, incluso encontró tiempo para aparecer en algunas de las películas de José.
En 1947, José fue entrevistado para el Saturday Evening Post y éste no dudó en calificarla como una de las tres grandes pianistas del mundo.
Pero también se calificó como el peor enemigo de Amparo porque su carrera siempre hizo sombra a la de su hermana lamentando que los críticos insistieran en compararlos ya que estaba seguro que sus talentos eran iguales. De hecho, en los últimos tiempos, José confesó que ella podría haber sido mejor que él!
Durante toda su vida, Amparo tocaría tanto en solista como en dúo con José, en conciertos, grabaciones, radio y más tarde, televisión. Su repertorio era inmenso, incluyendo compositores tan diversos como Soler, Mozart, Schubert y Mendelssohn; Chabrier, Ravel y Gershwin, Shostakovich, Kabalevsky y Turina; Rodrigo, Cuesta, Palau y López Chavarri. En 1956 fue nombrada ciudadana honoraria de Texas y dos años después recibió un honor más grande al ser nombrada Dama de la Cruz de Isabel la Católica, en 1958, en España.
A pesar de su actividad, aun encontraba tiempo para compartir sus conocimientos musicales con otros.”Ella era muy estricta y exigía concentración absoluta. Creo que lo más importante que me enseño fue el estar totalmente centrado en la música” recuerda Fred Sanchez, uno de sus alumnos. “Tenía dos grandes pianos de cola en su casa y cuando no estaba sentada en uno de ellos a mi lado, lo hacía en el otro o canturreando la música a medida que yo tocaba.
No todos sus estudiantes tenían éxito. Así se lamentaba en una carta a su amigo y mentor Eduardo López-Chavarri Marco en 1965. “No podré ir a España porque tengo varios alumnos aquí. Dios no les dio talento musical pero a pesar de ello, insisten en hacer ruido."
También hizo varias grabaciones. En algunas junto a José: el Concierto para dos pianos en Mi bemol mayor de Mozart; otras en solitario con repertorio tan ecléctico que incluía de Shostakovich y Chabrier. Pero tenía sentimientos encontrados en relación con las grabaciones. En una entrevista declaró que grabar era la gran tortura del siglo XX
Sin embargo, a su alumno Bruce Sutherland le confió “Las grabaciones son el mejor maestro posible para los músicos avanzados.”
Continuó tocando y enseñando hasta noviembre de 1968. Las circunstancias impidieron que fuera nombrada directora del Departamento de piano de la Universidad Loyola al año siguiente pero en diciembre de 1968 caería enferma. Postrada en cama desde ese momento, murió en abril de 1969 de un tumor cerebral. Una beca musical se instituyó en su nombre en la Universidad de Loyola.
Pocas grabaciones de Amparo han llegado a la era digital, pero sus “vinilos” pueden aun encontrarse por los que saben dónde encontrarlos. Su grabación de las Goyescas, de Granados es memorable por su estilo y fineza así como su versión de las “Noches en los Jardines de España” de Manuel de Falla, dirigida por José.
Amparo Iturbi permanece como una memorable figura histórica además de gran músico. En una época cuando las mujeres aun vivían subyugadas, ella tuvo una carrera independiente dedicada a su música y a su familia. Su actividad musical duró más de 50 años durante los cuales ella allanó el camino para otras mujeres músicos en todo el mundo.
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